quinta-feira, 5 de setembro de 2024

la luna

 La luna, ese laberinto oscuro y plateado

vino a bailar a mi ventana
dejando mis ojos
cegado por la belleza.

Había un toro, y ya no era toro.
Era un minotauro.

Y había un árbol triste, que no era el
árbol de la vida, y si,
el árbol del conocimiento del bien y del mal.

Y luego, como leí tantos libros, tuve que
desaparecer de la biblioteca sagrada

y me fui
sin decir adios
de los que me odiaron.

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