El sol se derrama sobre la antigua calle,
cada piedra guarda historias olvidadas,
el viento canta secretos de una vida amigable,
y los árboles susurran recuerdos ocultos.
Los colores danzan entre el cielo y la tierra,
el azul se funde con el oro de la tarde,
cada sombra lleva una canción,
y el mundo entero parece más suave.
El río refleja nubes y silencio,
los pájaros inventan notas en el aire,
el tiempo flota, ligero, sin fatiga,
y la vida finalmente se deja tocar.
Entre flores y pasos, el corazón se abre,
el aroma del momento invade la memoria,
cada gesto es un poema desconocido,
y todo se transforma en una historia única.
Al final, el cielo se dobla en un lento abrazo,
la luz se despide con un toque de pasión,
cada color es un abrazo, cada viento es una bocanada de aire fresco,
y me pierdo en esta canción infinita.
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